sábado, 22 de mayo de 2010

DIA 21 /// MI MUJER DICE QUE ESTOY ENAMORADO DE UN HOMBRE

Con la cuarta semana cumplida sin sobresaltos lo principal de la historia ya está contado, aunque la historia completa no. En cuanto al rodaje, no es lo mismo necesitar seis semanas de suerte, que dos semanas de suerte. Hay gente que no cree en la suerte, yo casi es en lo único que creo. Tipos como Rafael Nadal por ejemplo dicen: ¨ Yo no creo en la suerte, creo que las cosas te las haces tu mismo .¨ No estoy de acuerdo. Para mi renegar de la buena suerte es ser soberbio y probablemente, hasta ignorante. Creo que las cosas te las hacés vos mismo mientras la suerte te acompaña, y si la suerte no te acompaña no hacés nada. Desde esta perspectiva pareciera ser que la suerte lo es todo. Para mí es así. En cambio, radicalmente, no creo en la ¨ mala suerte ¨ . Si uno se toma el trabajo de desandar el derrotero por el cual la ¨ mala suerte ¨ ha desembocado en la desgracia, si lo recorre con sinceridad como un detective en busca de sus propios errores, saltará el momento maldito, la acción fuera de lugar, la palabra desmedida que condujo todo tu trabajo a la basura. Resumiendo: el ¨ éxito ¨ está atado a tu buena suerte mientras la frustración o el ¨ fracaso ¨ (palabra en la que tampoco creo) están ligados directamente a tu accionar.
En mi vida fui hasta ahora un tipo con mucha, muchísima suerte. Sufrí una gran cantidad de frustraciones pero para cada una de ellas me mandé mi correspondiente metida de mata. Soy un especialista en meter la pata porque soy impulsivo e irascible. Es decir, soy de esa manera cuando soy de esa manera, pero puedo ser de otras, de lo contrario sería imposible cualquier clase de realización.
Hablando de opiniones, ya que es sábado a la mañana y no tengo mucho que hacer también me parece que tenemos tendencia a juzgar siempre la reacción y nunca la acción. Antes que nada quiero separar la política de esto, o al contrario, usarlo como ejemplo: muchos opinan que los militares reaccionaron ante el accionar de la guerrilla y por ese motivo (más bien con esa excusa) mataron y torturaron. Pero inclusive en este caso no es así, porque el apaleo sobre las clases populares empezó mucho antes que la guerrilla y los movimientos más violentos y radicalizados. Empezó en los años sesenta, al menos en el `69 aunque también mucho, muchísimo antes. ¿Porqué no en 1955?
Aclarado esto, siempre se juzga al que reacciona. Yo soy de los que reaccionan. Hay ciertos botones que si me los apretás desatan la bomba. Una vez desatada la bomba suelo perder el control de mis actos en el siguiente sentido: dejo de ser político en contra de mis propios intereses. Después del estallido, por supuesto, sobreviene el arrepentimiento. Es un instante. Un segundo. No pasa de dos minutos. Pero después es tarde. Después vienen los consejos ridículos: ¨ No deberías haber hecho tal cosa ¨ . ¡¡Ya sé que no debería haber hecho tal cosa !! ¿Cómo podría haber sido tan idiota como para no saberlo?
Bueno, no es para tanto, lo que sí me gusta son los partidos de fútbol-tenis que se juegan al mediodía con todos nosotros como espectadores después del almuerzo. El grupo de quienes observan, al sol, con la pancita llena, parecemos ingleses mirando jugar un partido de criquet. Faltan las capelinas y las sombrillas. De verdad que en ese y muchos otros sentidos somos un equipo refinado.
Me gustan el Colo, Tuqui, Gonza, y Malena. En cada partido se juegan la vida, se juegan la pierna, la cabeza, la humanidad entera. Gallo no queda atrás: el viernes casi se mata con una media chilena. Y el Mono nunca deja su mochila. Parece un candidato de Lost, siempre con su mochila a cuestas. ¿Descubrieron que ese es el significado de las mochilas de Jack y de John Look, la mochila de ser candidato. ¿No descubrí nada verdad? Yo creo que el Mono es un candidato a algo y por eso jamás, jamás, se quita su mochila, ni siquiera cuando juega el fútbol-tenis.
Que a Paola la segunda de cámara le quede claro: cuando elogio a Gallo la elogio también a ella y a todo el equipo de cámara, nadie queda afuera, pero bueno, no la mencioné ni a ella ni a los otros chicos, así que: es equipo de cámara como es equipo de eléctricos como es equipo de arte y equipos de dirección y de producción, de vestuario, de maquillaje, de seguridad, de catering, de locaciones. Esos equipos fueron mi suerte en la película.
Silvina me dice que estoy enamorado de un hombre. ¨ Te enamoraste de un hombre ¨ me largó, mientras elogiaba imágenes y trabajo y entrega de Oscar Ferrigno. Por suerte no pone tanto énfasis si me enamoro de mujeres, aunque sé que lo hace para no levantar la perdiz. En algún sentido, debo reconocerlo, debo haberme enamorado de Ferrigno, pero eso se produce cuando el personaje tal como lo soñaste aparece en la pantalla. Entonces, en ese sentido, también estoy enamorado de Valeria Lorca porque es la Betina que imaginé y de Malena Sánchez porque es Julia, sin lugar a dudas, y de Norma. Lo único que importa aquí es no estar enamorado de uno mismo ni de su propio trabajo, darse lugar a dudar para corregir, para mejorar, para escuchar opiniones.
Volvíamos en la camioneta y yo le hablaba a Ana Macarena de Oscar Ferrigno padre, le contaba que para mí fue un galán a la altura de los más impresionantes de la época, Oscar Ferrigno padre era lo mismo que Humprey Bogart o Hugo del Carril o Yves Montand, y no exagero. Puesto de esta manera, siendo yo hijo de un boletero de subterráneo que murió envuelto en las penas del abandono y la borrachera , sienta admiración, amor y un poco de envidia por familias y hombres y mujeres con pasado glorioso. Porque el pasado glorioso es algo que existe sólo en las mentes de los que miran desde afuera, como en todas las cosas, y en quienes las viven desde adentro, por supuesto, existe el dolor de vivirlas. No importa cuánto éxito y cuánto fracaso haya, no importa la belleza física ni el talento, lo único que importa es que vivir lo que te toque vivir siempre duele, porque una de las características más impresionantes de la vida para darse a conocer con toda su potencia es el dolor. El cine, la narración, se nutre de esta posibilidad de mostrar dolor sin que el espectador lo sufra, de mostrar exitosos sin que los espectadores tengan que sufrir el horroroso dolor de la fama y el éxito.
Como dice Abelardo Castillo: TODOS QUEREMOS ESCRIBIR COMO KAFKA, PERO NADIE QUIERE ¨ SER ¨ KAFKA. Esto se aplica a todos los órdenes de la vida.
Trabajamos tanto, tan bien y tan duro que la quinta semana será un poco más relajada, abrimos el espacio para que Valeria vaya tranquila a Brasil tal como lo merece. Para que Norma venga recién el otro martes. Para que todos respiremos un poco.
Silvina huyó a la costa para no soportar mi cansancio. La presencia de mis hijos tocando el piano, riendo, yendo para arriba y para abajo mitigan una sensación de soledad que no tiene nada que ver con ella, tiene todo que ver conmigo, porque esta película tampoco me está dando ni me dará algo que busco y no sé qué es, un anhelo que me supera y me conmueve, me corrompe y me amarga, me sentencia y me hace feliz. A veces pienso que será mi última película como cualquier día puede ser el último de mis días. Así como podría morir de viejo dentro de cuarenta años. Nadie sabe bien qué pasa por mi cabeza, aunque ustedes y yo creamos que lo estoy escribiendo. Nada escribo de lo que de verdad me pasa porque lo que de verdad me pasa sólo puede ser filtrado a través del arte. La escritura, el cine, la poesía. Y esto que entrego es sólo escritura vacía de todo significado desde la realidad, como lo es una película. Esto aunque les moleste a mis amigos, que no terminan de comprender el concepto.
Los pasos necesarios para adelantar camino en rodaje fueron los siguientes, no sé si vale la pena detallarlos, pero, como estoy aburrido los aburro:
- No aferrarme a rajatabla a los planos que tenía planificados en el guión técnico.
- Trabajar las escenas más complicadas con los actores y según sus movimientos ver dónde estableceremos las posiciones de cámara y sus movimientos.
- Dar a las escenas de peso todos los planos que necesiten, y más cantidad aún, pero:
- Construir las escenas de transición e informativas con poca cantidad de planos.
- Editar en rodaje: si un plano no va a pegar no filmarlo. Si un actor tiene dificultades para decir un texto no forzarlo. Si una escena requiere demasiado esfuerzo para determinado actor y la escena no es relevante en la película, reemplazarla o directamente no realizarla.
- No creer que una película es más que una película. Una película es mucho y es nada. Si queremos mentirnos podemos decir que es mucho, pero si estuviéramos en la mesa de operaciones o esperando la salida de un hijo en las afueras de un quirófano, una película no sería NADA. Contradictora y paradójicamente, comprender que una película no es más que un producto, puede ayudar a que salga más rápida y tranquilamente. Los momentos más difíciles son cuando los egos mienten y nos hacen creer que estamos haciendo algo que de verdad vale la pena.
Voy a referirme una vez más a mi sabia amiga Liliane Bar: un día fue abordada por una marcha del orgullo gay, que entregaba panfletos en relación a su orgullo. Ella los miró sin extender la mano y preguntó: ¿Porqué se sienten tan orgullosos? Yo soy heterosexual, soy mujer, he muchas otras cosas, y no siento ningún orgullo de ello. ¿Porqué ustedes se sienten tan especiales? A mi no me va ni me viene que sean gay o que sean lo que se les de la gana.
Nosotros no somos especiales por hacer una película o subir a un escenario. No somos nada, como es nada todo el mundo. Todo lo demás es soberbia y pérdida de tiempo.
Estamos acá por una simple cuestión de suerte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo creo que no estan por suerte, salvo que llames suerte a estar a la altura de la situacion.saludos

Anónimo dijo...

yo creo que no estan por suerte, salvo que llames suerte a estar a la altura de la situacion.saludos